Abandono
Devora Mejía
Archivo de fotografía + Paisaje sonoro
Toluca, México.
Ago/Sep/Oct, 2021.
Desde la perspectiva construida de manera colectiva, el no lugar es un espacio que se define en dos conceptos; retención y expulsión, los cuales definen como los espacios, en cuanto a su construcción, inciden en nuestra vida cotidiana.
Parto de la idea de que somos seres pasajeros en lugares transitorios de nuestra vida, que en algún punto se vuelven caducos provocando por ende el que los dejemos vacíos de sentido y para mi un no lugar es justamente eso; ausencia.
Entonces, ¿Es la persona la que hace el lugar?, ¿O es la identidad con la materialidad?, ¿Qué es entonces lo que convierte a un espacio en un no lugar?
Ahora encontramos cierta carencia en esa objetividad con la que observamos las ruinas de estas casas habitación, están ahí. Si. Pero subjetivamente ya no, todo aquello que brindaba un sentido por la intimidad, por las relaciones en ella, aquel espacio en el que las personas podían autodefinirse como familia o etiquetar como hogar, se esfumo. Existe una liquidez en cuanto a lo material de estos espacios, son ahora lugares ausentes que están presentes en una materialidad porque siguen ocupando un espacio pero carecen de humanidad, ya no personalizan, ya no dan una identidad, ya no aportan.
Ya no son un lugar.